LA DONCELLA DE LA LUPUNA
Las tribus de la selva amazónica
coinciden en señalar que el árbol de la lupuna tiene en su base una gran puerta
invisible a los ojos humanos, que sirve para comunicar los mundos existentes.
Esta puerta es un pasaje o tránsito de seres del mundo de los hombres y el
mundo espiritual amazónico. Por esta puerta ingresan y salen seres mitológicos
de la selva madre y en especial se habla muchas veces de una hermosa doncella
que habita en el árbol y que representa el espíritu esencial de la lupuna. Esta
doncella fue una vez una gran curandera, una mujer medicina y protectora de las
plantas y los animales del bosque amazónico.
Cuenta la leyenda que en tiempos
antiguos esta curandera presenció la muerte de su esposo por la mordida de una
serpiente venenosa, ella era una joven inexperta y no lo pudo curar, la
vida de su esposo se apagó entre sus brazos sin poder salvarlo. Luego de
recuperar el ánimo perdido dedicó toda su vida a curar las mordidas y picaduras
de serpientes y otros animales ponzoñosos. Era la mejor curandera en ese
sentido. Ella descubrió por ejemplo que un remedio natural para mordeduras de
serpientes era utilizar los tubérculos de la planta jergón sacha a modo de
cataplasma, si la víctima se curaba incorporaba dicho sea de paso el espíritu
de la serpiente como su animal protector y en adelante tendría mayor inmunidad
ante picaduras similares.
Cuando su hijo mayor creció y se hizo
curandero como su madre, sufrió la picadura de una extraña serpiente al cual no
encontraron antídoto eficaz, como su madre no pudo encontrar a la víbora
causante de esta tragedia no pudo hacer nada sino optar por una medida muy
radical, pues en su visión haciendo uso de tabaco, el espíritu de esta planta
le dijo que si quería que su hijo viviese debía ella dejarle su espíritu como
trueque en la base de la lupuna. Como ella no dudó de lo debía hacer ofrendó su
propia vida a fin que su hijo encontrase de nuevo su salud. De ese modo su hijo
se recuperó a tiempo y su madre a quién no volvió a ver físicamente ocuparía un
lugar de honor en el reino del bosque y desde entonces viviría por siempre en
el árbol de lupuna.
La doncella de la lupuna es un espíritu que
siempre protege y está atenta de todo lo que sucede en el gran bosque verde.
Observa todo lo que pasa y ampara con su potente energía a todos sus hermanos
menores sean plantas o animales de la selva.
LA GRAN BOA DEL BOSQUE
El
jefe Tintayo de una tribu Huambisa de la Selva Amazónica, tuvo una
noche un sueño muy extraño, en donde guacamayos y loritos le alertaban
que las partes bajas del territorio se inundarían por acción de
inesperadas y torrenciales lluvias. Estas aves le dijeron que huyese con
su entera tribu buscando los árboles más fuertes y altos. Cuando
Tintayo despertó y aunque si el cielo estaba despejado y no llovía en
absoluto, dispuso de inmediato que las familias se pusieran al reparo
con los grandes árboles.
La
población se organizó sin pérdida de tiempo de modo que comenzaron a
buscar los árboles más altos, al ver esto Tintayo decidió avisar a las
tribus vecinas para que salvasen sus vidas. Tintayo tenía el poder de
convertirse en jaguar, fue por ello que gracias a su gran agilidad y
velocidad logró dar la alerta a las otras tribus ribereñas y del
interior de la selva. En el preciso momento cuando terminó de avisar a
la última familia en lo profundo del bosque, comenzó la gran lluvia y de
inmediato el nivel del río se duplicó y continuó creciendo con gran
intensidad. Tintayo aún convertido en jaguar logró con gran vehemencia a
cuidar a su propia tribu, por suerte todos ya estaban bien protegidos
en las copas de los grandes árboles de lupuna.
Con
gran rapidez las partes bajas del entero territorio se inundaron y
comenzaron a movilizarse grandes masas de lodo, fango, follaje y troncos
que arrasaban todo a su paso. Todas las familias estaban protegidas por
la fortaleza de las grandes lupunas, éstas soportaron el diluvio sin
fatiga, pero algo inesperado pasó, puesto que la familia del propio jefe
Tintayo corría mayor peligro -ya que en su ausencia habían elegido un
árbol de bajo tamaño- por este motivo la fuerza de la inundación comenzó
a mover el árbol desde la raíz y el agua casi les llegaba a sus pies.
Tintayo optó por una reacción rápida y radical, como quiera que tenía
poderes sobrenaturales y hasta entonces se convertía en jaguar, esta vez
transformarse en felino no le ayudaría mucho, por lo que pidió a sus
espíritus protectores del bosque transformarse en una boa gigante y de
ese modo servir como si fuera un largo puente, para que su familia
encontrase un árbol más alto y fuerte. Con gran concentración Tintayo se
transformó en anaconda, la gran boa de la Amazonía y cogió con los
dientes de su hocico las ramas de un árbol más grande. De este modo la
familia de Tintayo logró escapar a tiempo por el improvisado puente.
Cuando todos ya se habían salvado, Tintayo -que había agotado sus
últimas fuerzas- no soportó más la tensión y el peso de la maniobra, y
cayó en las turbulentas masas de lodo que lo arrastraron hasta
desaparecer.
Cuando
la lluvia pasó luego de cinco días, el nivel de las aguas descendió con
gran rapidez. Durante semanas la tribu entera buscó a su jefe
inútilmente, pues no lo encontrarían nunca más. Desde entonces la gran
serpiente sería avistada por pocos testigos dentro de las profundidades
de la Selva, una gran boa anaconda que lejos de infundir miedo, parece
prestar ayuda cuando más se le necesita.
VERGONZOSA O SENSITIVA
Hace muchísimo tiempo en un lugar
lejano de la selva amazónica, vivía con sus ancianos padres una joven muy
hermosa llamada CHUYA.
En su pueblo todos sabían de la gran
belleza de Chuya, pero, nunca la vieron de cerca. Era muy tímida, por eso se
escondía a menudo de la gente. En las noches de luna y cuando estaba segura de
que nadie la pudiera ver, vestida siempre con un traje de color lila salía de
su casa y se dirigía a la orilla del rio a contemplar el reflejo de la luna
nocturna.
Sabedores de la belleza de Chuya,
muchos jóvenes del pueblo, así como también de otros lugares la pretendieron en matrimonio, pero ante la
imposibilidad de ni siquiera acercarse a ella, estos muy apenados abandonaban
sus propósitos.
Algunos padres de los jóvenes
enamorados, enojados por el comportamiento de la joven, decidieron darle un
castigo a su tan cruel ¿vanidad? Y una noche los hechiceros sorprendieron a
Chuya contemplando el rio y la icararon, convirtiéndola en una planta muy conocida
que abunda en nuestra selva tropical, que es la VERGONZOSA, planta típica
selvática con flores de color lila, pero sin perfume.
Desde
aquella noche, esta planta “vergonzosa” o “sensitiva” crece a las orillas de
los ríos y a la vera de los caminos y a la vista de la gente que al pasar por
su lado gustan de sacudirla y rompen sus ramas.
Y ella siempre vergonzosa, cierra sus
pequeñas hojitas y marchita al instante, para luego abrirse y recuperar su
estado natural.
Desde ese momento, esta pobre planta,
triste, inconsolable y herida en su amor propio y duramente deshonrada, quiso
volcar su ira sobre las mujeres, convirtiéndose en una planta sensitiva, llena
de maldad y que ante los dioses de la selva dijo :”Aquel que beba de mis raíces
el jugo, no volverá a tener ni procrear mas hijos, ni tampoco dará amor hacia
ellos y entonces no demostrara la candidez de madre, por el desprecio que me
dan y me dieron siempre por mi vanidad y egoísmo”.
Y así , triste y sola se encuentra
esta planta en cualquier lugar de la selva ,al acecho, roce de los hombres y
tímida se cubre de su venganza.
Carlos Velásquez Sánchez
LA CACHI MAMAM
En la laguna de Tutuycucha, hoy
desaparecida, ubicada en el Barrio de los Shupingahuas de la ciudad de Lamas y
a la orilla en una solitaria choza vivía una vieja alta, delgada, cabellos
despeinados, nariz larga y encorvada, descalza, brazos, manos y dedos largos,
uñas crecidas, ojos grandes , sobresalientes y vestía una túnica.
Unos indígenas que después de quince
días retornaban de sus actividades de caza en la selva, al pasar por el lugar,
se acercaron a la choza para pedir a la vieja les permita cocinar en su tushpa
una perdiz que cazaron, quien no tuvo inconveniente en aceptarlos, invitándolos
a pasar y dándoles todas las facilidades.
Y cuando la olla estaba hirviendo, la
anciana secándose la nariz con la mano, puso abundante moco en la comida. Ante
tal proceder, los visitantes, aunque hambrientos, sin dejar de manifestar su
repugnancia y su protesta airada, cargaron sus canastos, alistándose para
abandonar la choza.
La anciana, un tanto disgustada,
aclaro a los cazadores que lo que había echado a la olla era SAL y como han
tenido asco, les dijo que en adelante no encontrarían cerca la tan ansiada sal,
porque con la mina que pronto debería que pronto debería aparecer en la laguna
Tutuycucha como ella deseo, ahora se iría a otro sitio más lejos, donde habrá
abundante sal.
Después de unos días, volvieron los
indios cazadores a la laguna y no encontraron ni a la choza ni a la anciana y
observaron una trocha que se dirigía al
sur este. Se pusieron de acuerdo y siguieron a la trocha, hasta que al tercer
día arribaron a dos grandes minas de sal: una de color rosado terroso
denominada : Mina de Pilluana y la otra de color blanco llamada Mina de Tiraco,
ambas a orillas del rio Huallaga.
Posteriormente al extraer la sal de
estas minas, cuentan los antiguos, que al romper los inmensos bloques, se
dieron con la sorpresa de encontrar a la referida anciana convertida en una
estatua de sal.
Desde entonces, se tiene la creencia
de que la anciana nariz de bruja, era la CACHI MAMAN , es decir la “Madre de la
sal”.
LA HIJA DEL CHULLACHAQUI QUE SE CASO CON EL GAVILAN
Una terrible peste asolaba la región,
diezmando al ganado y arruinando a las familias. El cielo se negaba a dejar
caer sobre los campos de cultivos, con su lluvia . los animales y los niños se
morían sin saber porque.
Juan dijo: Atravesare las altas
montañas y llegare al otro lado, en donde quizás las tierras sean más fértiles.
Encontrare trabajo en alguna chacra y más tarde cuando haya reunido algún
dinero, volveré por mi madre y mis hermanos.
Pero, la caminata era larga y la
noche se aproximaba. Juan dijo : Estoy
cansado y hambriento, mis víveres se han terminado. De pronto vio una pequeña
choza sobre la cumbre del cerro y se dirigió hacia ella.
Llego y llamo con ansiedad, poco
después asomo la cabeza una hermosa muchacha. ¿Qué deseas? le pregunto. Algo de
comer y un techo para cobijarme esta noche. La joven atemorizada le dijo : Vete
pronto, porque si mi padre el chullachaqui nos sorprende, te matara y cerró la
puerta.
Juan , el agricultor insistió: Déjame
entrar por favor. Si permanezco a la intemperie, moriré moriré devorado por
culebras o tigres hambrientos. La puerta se abrió nuevamente y la muchacha le
dio un pedazo de pan y una jarra de chicha. Gracias, dijo, Juan ¿ Pero, porque
no me dejas ver nuevamente tu rostro? Pero, ella cerró su puerta.
Por tercera vez le llamo el campesino
para pedirle a la muchacha un lugar donde cobijarse esa noche. Y ella le dijo
: En el corral que se haya detrás de la
casa, hay unos sacos de paja, abrígate con ellos. Juan se fue al corral a dormir. Cerca de la media noche le despertó
una voz, era el chullachaqui que llegaba arreando a unos chanchos y luego de
contarlos se fue a la choza.
Entonces, uno de los cerdos anunciaba
que dentro de dos días habría luna llena y que el chullachaqui ira a reunirse
con los espiritus de la cocha y otros cerdos decían : Cuantas fechorías harán,
dañaran los campos de cultivos, morirán muchos animales y la lluvia no caerá
sobre los cerros, hasta que el chullachaqui, nuestro amo, vaya a vivir con
ellos al fondo de la cocha.
¿ Y cuando sucederá esto? Cuando un
mortal se lleve a su hija para casarse con ella. Por eso la ha encerrado en la
choza del cerro, donde hay pocos hombres para llegar, porque morirán devorados
por los tigres y las víboras, pero el hombre que está aquí, no morirá, dijo
otro cerdo. Si nos corta el pellejo y le da eso a la hija del chullachaqui para
que le fabrique sus zapatos.
Juan que escuchaba todo esto, tomo un
cuchillo y pelo a todos los cerdos, lleno con los cueros seis costales y espero
a que amaneciera, entonces luego el chullachaqui fue al corral y se llevo a los
cerdos.
Cuando el campesino le vio perderse
en la lejanía, salió de su escondite y llamo a la puerta de la choza. Salió la
hermosa muchacha, él le dio los costales de cueros de cerdos y le pidió que le
fabricara zapatos y tomando los cueros, la muchacha trabajaba todo el día,
mientras que Juan le contemplaba, por la noche escondió los trabajos para que
su padre no le descubriera.
Cuando llego este, le pregunto ¿ Que
has hecho hija mía? He limpiado la choza, he tostado maíz y he cocido las papas
para tu comida, luego me puse a contemplar el cielo y las montañas. Y el
chullachaqui sonrió satisfecho.
Aquella coche, el campesino, se
escondió otra vez y escucho la conversación de los cerdos: ¿ Que hizo hoy la
hija del amo? Trabajo todo el dia fabricando zapatos. ¿ Que hará mañana?
Confeccionara los zapatos del campesino. ¿ Y si nuestro amo le sorprende? No le
sorprenderá, si come las hojas de coca que cayeron al suelo. ¿ Que sucederá
entonces? Ah, se volverá gavilán,.
En cuanto llego la mañana, el
chullachaqui se llevo a los cerdos y cuando la muchacha le vio perderse entre
los cerros, se puso a fabricar los zapatos y antes de la noche ya estaban los
zapatos, mientras tanto el campesino comió las hojas de coca y se convirtió en gavilán.
El padre volvió más temprano que de
costumbre y encontró a su hija asomada a la puerta de su casa. ¿ No te prohibí
que salieras? dijo lleno de ira. Ella le contesto: Me asome porque oí un grito
lastimero, era ese pobre gavilán que se encuentra medio muerto. ¿ Y qué vas a
hacer con él? Dejarlo en nuestra choza hasta que se reponga.
El chullachaqui no sospechaba que era
el campesino. Esta noche, dijo el chullachaqui, tendré una reunión con mis
hermanos de la cocha y descubrió en ese momento los zapatos que su hija había
hecho y exclamo : Que buena eres hija mía, veo que has querido darme una
sorpresa, fabricándome estos zapatos.
La hija le dijo : Aun no lo he
terminado, papa. El chullachaqui dijo que quería usarlo esa noche para irse a
la reunión y se fue a dormir. Mientras
el dormía, los dos enamorados conversaban en voz baja: Huiremos esta noche le
decía Juan.
La muchacha le contesto: Si se entera
mi padre, nos matara. No temas, anoche dijeron los cerdos que si yo te llevaba
,tu padre volverá con sus hermanos chullachaquis a la cocha para siempre.
En ese momento el chullachaqui se despertó
y al escuchar rumores de voces, pregunto: ¿ Con quién estás hablando? Estoy
hablando sola , padre mío. ¡ Qué
extraño, me pareció escuchar otra voz humana! Y sospechando que algo
ocurría miro en todas direcciones y vio al gavilán en un rincón de la choza, le
tomo por las alas y le arrojo afuera y luego al notar que la luna brillaba en
el cielo, dijo : Ha llegado la hora de partir.
El gavilán le siguió de cerca sin que
le notara, vio como galopaba por las montañas y llegaba a la orilla de la
cocha, luego salieron de él ,lentamente seis ancianos harapientos y se sentaron
a la orilla de la cocha.
El chullachaqui fue a ocupar un lugar
en medio de ellos. Masticaron en silencio hojas de coca y de pronto el más
anciano. Dijo : Hermano, ya es tiempo de que vuelvas con nosotros. Desde que te
empeñaste en vivir con los hombres, los sembríos están secos, las cosechas se
pierden y los hombres huyen de sus aldeas.
Espérame todavía, om podría dejar
sola a mi hija. Todos sabemos que ella se casara con un mortal y te abandonara.
El chullachaqui contesto : Ningún mortal podrá conocer a mi hija, vivimos en lo
más alto de una montaña que es un lugar inaccesible.
Pues, has de saber, que un hombre
joven llego hace días a tu choza. El chullachaqui dijo: No es posible.¿ No
sabes que fue para ese joven, que tu hija confecciono los zapatos? . Al escuchar
esto el gavilán que estaba en una roca, echo a volar para advertir a la
muchacha que habían sido descubiertos.
La joven respondió muy afligida: Todo
es inútil. Si huimos, mi padre nos alcanzara. Pero, el campesino replico: No
tengas miedo. Vámonos, y asi la muchacha voló en las alas del gavilán y fueron
a vivir juntos para siempre muy felices.
LA RUNA MULA CORTADA
El sueño de los lamistos se veía
interrumpido a la hora en que la runa mula salía a las calles galopando y
relinchando cuando recibía los latigazos de su jinete misterioso.
Quien, sabia como averiguarlo, la
población lamista llego a saber que la Runa Mula salía los martes y viernes y
era una mujer que tenía relaciones con un hombre casado o con un cura.
Ishtan, afamado en toda la localidad
por su valentía, no sorprendió a nadie cuando dijo que estaba a punto de comprobar la falsedad o
veracidad de la existencia de la runa mula.
Y con este objetivo, cierta noche, s
escondió en un lugar adecuado y delante de la casa de una dama llamada Otilia,
cuyo amante era un hombre casado.
A la una de la madrugada, una mujer sale de la casa de Otilia, se
sienta y revolcándose en el pasto, se convierte en una mula y en el acto
aparece un hombre pequeño, saltando a su lomo y da inicio a su laberintosa
carrera por las calles del pueblo.
Ishtan , maravillado pensó que había
descubierto un suceso notable, aunque no muy trascendental como el que se
aprestaba a ejecutar de inmediato, identificar plenamente a Otilia, cortándole
a la runa mula. Y la ocasión no tardo en presentarse, puesto que tras escucharle
salir, Ishtan con su sable bendito se esconde tras unos arbustos.
La runa mula, después de pasearse
bullangueramente, retornaba a su Barrio, Ishtan, pone en alto su sable. La runa
mula parece que carga latas y al pasar junto a él, recibe de este un gran
sablazo en la cabeza, hasta que el espacio se aclare con las chispas que
brotan.
Al día siguiente , muy temprano,
corre la noticia de que Otilia, mujer
muy conocida en el Barrio Calvario, se encuentra en cama, herida.
¡ Que te ha pasado en la frente! le
pregunto Ishtan, visitándola.
¡ Nada ¡ don Ishtan.
¡ Y porque está amarrada tu cabeza!.
Me he caído don Ishtan.
Y fue así, como Ishtan, descubrió
quien era la runa mula en ese pueblo de Lamas.
EL BRUJO DORMILON
Un brujo venia
contratado por el patrón de un bote hundido frente a la boca del rio Tonchima.
Lleva su gran sombrero riojano y el rostro ennegrecido con jugo de huito verde,
sus ojos inyectados evitan dirigirse de frente a las personas que lo reciben,
para no fulminarlas con su mirada.
Este brujo,
cuentan , es medio haragán y tiene fama de gran buceador, ya que de él se
cuentan historias increíbles. Dicen que puede permanecer en el agua, sin
respirar por más de tres minutos ,
confían en el y en sus poderes mágicos para encontrar al ahogado antes de que
la creciente del rio haga más difícil la búsqueda.
El brujo
comienza con sus ritos y se arroja al turbulento rio. Se le ve salir a intervalos, llena de aire sus pulmones y se
sumerge de nuevo. Solo los bufeos y el dominan la técnica de bucear con perfección.
El brujo vuelve a salir, se hunde una vez mas para localizar al ahogado y
desaparece como tragado por las aguas,
Pasa el tiempo y
aumenta la tensión, 7, 8 ,9 y 10 minutos y no aparece el brujo. En la orilla
todos contienen la respiración, solo se escucha el chapalateo de la corriente
en los cañaverales.
Cuando ya, todos
temen lo peor, se oye la voz angustiada del patrón: ¡ Carajo! Se nos ahogo el
brujo, y manda con energía: ¡ Búsquenlo! con las tanganas.
Los peones desde
las canoas, van tanteando en el fondo de las aguas con sus largas cañas y nada,
nada.
Uno de los
tanganeros, el más empeñoso, toca un bulto y presiente que es el de un cuerpo humano, pica nuevamente y el cuerpo
sale a la superficie. Era el brujo, estaba vivo y les dice :¡ Ya pues, carajo!
. Patroncito, reclama , bostezando y les dice: ¡ Déjenme dormir, por lo menos
un ratito!. Así no es.
Carlos Velásquez Sánchez
EL MALIGNO DE LA SELVA
Era
una tarde del mes de Junio, los frìos de San Juan eran intensos y
ademàs llovìa. Shesha habìa salido en esta tarde a pescar rìo abajo sòlo
en su canoa, desafiando al frìo y a la lluvia. Atracò en un pozo
remanso techàndose bajo las copas de unos shimbilllos que caìan sobre el
rìo, a la vez que echò el anzuelo por si algún pez picaba, pero no
prendìa ninguno. Saca el anzuelo, cambia de empate (cebo) y lo bota de
nuevo al agua, pero nada picaba.Shesha se enfadaba consigo mismo y con
los pescados, decìa maldiciones y hasta golpeaba el agua con el remo de
còlera. Su desesperación era motivo de risa para el maligno de la selva,
quien lanzaba fuertes aires y hacìa cimbrearse (doblarse) al shimbillo
sobre la cabeza de Shesha. Pero Shesha no temìa, pues èl era brujo en su
Comunidad y no se desanimò, recogiò el anzuelo y se puso a dormir,
porque estaba cansado. Al poco tiempo oye el zambullir de los peces
cerca de la canoa, se despertò y se levantò para ver, no habìa nada, ni
siquiera burbujeos, pero de pronto vio en la canoa a un hombre vestido
con una cushma negra y fea (traje), era el Maligno. Shesha no le temiò y
le saludò como a un hermano. El maligno le dijo: Yo he hecho escapar a
los pescados y saltò de la canoa dicièndole: Mañana vas a venir de nuevo
a este lugar. Shesha le contestò: Bueno, vendrè. El maligno se fue al
monte y Shesha regresò a Saposoa.
Al
dìa siguiente volviò al mismo lugar, estaban allì dos malignos, se
saludan unos a otros. Shesha echa el anzuelo, los malignos comen papayas
y después tomaron su ayahuasca. Shesha no pescaba nada aùn y se
desespera por la presencia de aquellos malignos que le estàn impidiendo
la pesca, pero, èstos siguen tomando su ayahuasca y soplan hacia el rìo
con un aliento fuerte y frìo.
Al
atardecer Shesha se retirò sin haber pescado nada y sin haber comido.
Los malignos lo invitaron a entrevistarse con ellos al dìa siguiente,
Shesha les aceptò, porquè si rechazaba la invitaciòn les demostrarìa que
tiene miedo.Shesha llega cansado a su casa, no le habla a su mujer, ni
le quiere hacer la llegada (sexo), tampoco habla a su hijito y sin màs,
se duerme hasta el dìa siguiente.Amanece y Shesha regresa al mismo sitio
y viò a cuatro malignos, atracò la canoa, se saludan y empieza la pesca
Shesha. Los malignos comen papayas y toman ayahuasca, luego soplan los
malignos con un aliento suave y caliente, entonces Shesha jala el primer
pescado, era un paco grande y mantecoso, se rìe de alegrìa por èsto,
echa el anzuelo otra vez, cae otro pescado hermoso, sigue echando el
anzuelo otra vez, cae otro pescado y asì sigue pescando hasta llenar la
canoa de pescados y dice : Ahora sì estoy con suerte, con èsto mi señora
y mi hijo se alegrarà y decide regresar a su casa. Antes de irse, como
despedida, los malignos le entregan un poco de piri piri y otro de
ayahuasca y lo bebe. Shesha, estaba ya convertido en un gran Brujo,
pescarà y cazarà en adelante como nadie cazò ni pescò, luego regresò
feliz a su casa en Saposoa donde le esperaba feliz su esposa e hijito.
Esta muy interesante y entretenido los cuentos y mitos de nuestra amazonia, sigue adelante con tus creaciones que esto es un reto
ResponderEliminarAmigo esta muy interesante tu blog, mediante los cuentos y mitos de la amazonia, yo me acuerdo que mi papa me contaba de los tres cerditos y recién me entero de la hija del chullachaqui que se casa con el gavilan, gracias y exitos
ResponderEliminarSaludos amigo, si sabes algún cuento o mito de nuestra amazonía y quieres compartirlo, te invitamos a que nos escribas a estos corrreos: wluisdiazrios@hotmail.com ó owashing@hotmail.com.
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